Los hombres son fáciles de juzgar.
Desconfiar de todo por miedo a que te pase lo mismo otra vez.
No es lo mismo rendirse que darse cuenta que ya es suficiente.
No todas las heridas son superficiales, casi todas las heridas son mas profundas de lo que nosotros pensamos, no se ven a primera vista y luego están las heridas que nos cogen por sorpresa, el truco estar en hurgar en la herida hasta encontrar la verdadera causa del dolor y cuando la encuentras hay que dejarse la piel hasta curarlo.
“Tu mejor vestido eran mis sábanas”
No hay comentarios:
Publicar un comentario